¡Estoy rabioso! Sólo por llegar dos minutos tarde a clase de gimnasia el profesor me ha expulsado del equipo.
Hoy nos dieron una charla sobre drogas, ¡Qué pesado! Lo único que quería era asustarnos.
El entrenador no me ha convocado al partido, ha dicho que no he trabajado lo suficiente en el entrenamiento. ¡Es un imbécil!
¿Cómo reaccionas ante expresiones de este tipo con tu hijo/a?
-Es tu obligación llegar a la hora
-No quiero que te metas en drogas…
-Tienes que esforzarte más…
Te das cuenta que todas estas expresiones están negando los sentimientos de tu hijo/a.
Sentimientos de : tristeza, rabia, impotencia, enfado, desilusión, frustración, inseguridad…
Es duro para nosotros escuchar a nuestros adolescentes expresar confusiones o enojo o decepción o desaliento. No podemos soportar verlos infelices. Entonces con las mejores intenciones desechamos sus sentimientos e imponemos nuestra lógica de adultos. Queremos enseñarles la forma “correcta” de sentir.
Y sin embargo, no te has parado a pensar que puede ser la escucha lo que puede reconfortarnos más. Como padres sentimos que tenemos que arreglar las cosas.
En vez de ignorar los sentimiento de tu hijo, no les critiques, no les digas lo que tienen que hacer, dale las respuestas mínimas, con un simple Aha!! , MMMM , Ya veo…. respuestas mínimas haciéndoles ver que le entiendes, y que se siente comprendido y libre para concentrarse en lo que necesita hacer.
El gran reto es :“Cambiar nuestro pensamiento de cómo arreglo las cosas yo” a “cómo capacito a mi hijo/a para arreglar las cosas por sí mismos”.
Me encantaría leerte en comentarios.
¡Contáctame sin compromiso!
Dime en qué te puedo ayudar, y recibirás una sesión de COACHING GRATIS.