Cuando los padres dicen que sus hijos no los escuchan, lo que en realidad quieren decir es que “sus hijos no obedecen”. No preferirías cooperación y motivación por iniciativa propia que obediencia a causa del miedo o ¿de un niño que se vuelve dependiente de la aprobación por parte de los demás?
Cuando los niños no escuchan, puede indicar que los padres tratan de imponer ordenes y reglas las cuales generan luchas de poder.
Mientras tú dices “hazlo”, ellos responden “no lo haré”, sea con palabras o acciones.
Si reclamas porque tu hijo no escucha, puede ser una señal de no modelar lo que verdaderamente significa escuchar.
Tus hijos te escucharán cuando se sientan escuchados.
Te invito a qué reflexiones y contestes estas preguntas, sé sincero:
Cuando tu hijo te habla:
- ¿ lo escuchas o le explicar acerca de ello?
- ¿te pones a la defensiva?
- ¿ o simplemente le das un sermón?
¿Tratas de minimizar los sentimientos de él o ella?
¿Tratas de “arreglar” sus sentimientos o te enfocas en solucionar el problema?
Te invito a que:
Intenta escuchar.
Intenta probar lo que tu hijo siente.
Intenta hacer preguntas curiosas que inviten a la conversación, aquí te dejo algunas:
¿Qué estabas tratando de lograr?
¿Cómo te sientes después de lo sucedido?
¿Qué aprendiste de ello?
¿Qué ideas tienes para resolver el problema o prevenir que esto te vuelva a suceder?
Asegúrate que tus preguntas sean oportunas y vengan del corazón, además demuéstrale que estás verdaderamente interesado en lo que él o ella sienta y piensa.